Tras nacer y crecer en el lúgubre barrio berlinés Prenzlauer Berg en la década de los 80, rodeado de matices grises y limitaciones al consumo, la vida de Christoph Rymon (Berlín, 1983) dio un giro de 360º en la década de los 90 con la caída del Muro de Berlín. Abrumado por los colores y olores de estos nuevos tiempos, Rymon se rindió al colorido mundo de consumo de Occidente quedando fascinado por los iconos del momento. Su obra captura sus recuerdos perdidos de la infancia, inmortalizando aquellos deseos y anhelos que tenía cuando era un niño, un universo único donde el espectador puede jugar, divertirse y sumergirse en una atmósfera perfecta de los años noventa.
Con este nuevo trabajo, que supone la segunda individual del artista en WE COLLECT, intenta recrear sus recuerdos de juventud reproduciendo las figuras de acción que él habría querido tener cuando era un niño. Recuerda los H-Man o los muñecos de Marvel de los 90 pero los transforma desde un punto de vista naïf, en la que el mundo es alegre y pacífico, un mundo mejor sin violencia o armas. Cada pieza recuerda al artista que no hay que perder la conexión con su niño interior.
El particular y colorido universo de Christoph Rymon retrata la sociedad de consumo actual a través de iconos y recuerdos de su infancia, marcada por la caída del Muro de Berlín y el impacto de la cultura occidental en su vida, familia y entorno.“Todos mis personajes provienen de un universo imaginario diferente, me encantaría ser un personaje de Tintín, el Mago de Oz o el Hombre de hojalata; formar parte de una aventura de Indiana Jones e ir encontrando tesoros e islas perdidas; ser un pirata del Caribe o volar en cohete a las estrellas y descubrir una nueva galaxia con nuevos amigos allí”.
Christoph Rymon estudió Ingeniería de sonido y trabajó durante varios años como músico y productor, alcanzando más de 10 millones de reproducciones y tocando en diferentes festivales a nivel internacional. Decepcionado por las limitadas posibilidades creativas del mundo de la música, encontró en la pintura la manera de contar historias únicas y diferentes a los amantes del arte sin tener que complacer a millones de personas. La influencia de la música en sus lienzos es fundamental. Ganchos musicales, repetición y letras de canciones o grandes éxitos forman parte de un particular imaginario que combina su amor por el arte con su pasión por la música.