Engqvist tiene un interés especial por la estética decorativa que se encuentra principalmente en los entornos domésticos. Para él, la imaginería decorativa, a menudo considerada como pasiva, se refiere a los entornos en los que habitamos y a los objetos de los que nos rodeamos. Constituyen el telón de fondo de nuestra vida cotidiana y de nuestras experiencias vividas, lo que nos permite a la mayoría de nosotros relacionarnos con ellos de diferentes maneras, tanto personal como colectivamente. A Engqvist también le interesa el modo en que los distintos tipos de imágenes decorativas están siempre relacionados con el concepto de gusto, y cómo el buen o mal gusto está a su vez relacionado con el estatus. El material de la imagen reconocible, a menudo pintado como un patrón, se abstrae hasta cierto punto. Se saca del contexto con el que solemos asociarlo y se presenta de una forma diferente a la que estamos acostumbrados a ver, lo que hace que los cuadros nos resulten extrañamente familiares. Ver CV